En
primer lugar, mi saludo a la profesora Emma Salas, quién desde su casa, como
todos los que estamos sometidos a cuarentena sanitaria sigue esta ceremonia
Un
saludo agradecido a quienes han actuado como presentadores del libro "Pedro
Aguirre Cerda" de Emma Salas.
...
Este
año, en el mes de noviembre, se cumplirán 80 años del fallecimiento del
Presidente Pedro Aguirre Cerda.
Fueron
aquellas exequias un momento emocional duro para el país, donde miles y miles
estuvieron en las calles, participando de un homenaje que expresaba el
reconocimiento a una trayectoria política, académica y profesional de alta
significación.
Hay
muchas figuras que pueden ser invocadas para representar a la mesocracia
ilustrada que tanto ayudó a formar nuestro sentido de Nación, pero, sin lugar a
dudas, don Pedro es uno de los paradigmas más expresivos de aquellos hombres
que, desde la humildad provinciana, avanzó hacia las fortalezas basamentales de
la República, como uno de sus tribunos fundamentales.
En una presentación que hice hace ya varios años en la Logia que lleva
su nombre, sostuve la premisa de que Aguirre Cerda, figura consular de la
historia chilena de la primera parte del siglo XX, es una leyenda masónica,
ciudadana y popular.
Masónica, porque aquellos iniciados que han seguido su legado, han
encontrado en su ejemplo un indiscutible perfil masónico, que señala los
desafíos y las conductas que deben ser seguidas por el masón, tanto en lo mural
como en lo extramural. Ese legado adquiere los elementos propios de lo
legendario, cuando su nombre aparece recurrentemente en los testimonios orales
y escritos de su paso por la Orden.
Ciudadana, porque aportó una idea de sociedad, de democracia y de
gobierno, que marcan un momento de inflexión en la gestión gubernativa, que
viene a proponer una incorporación creciente de todos los sectores de la
sociedad en el ejercicio republicano. Esa nueva visión sobre la cuestión
pública ha dejando una profunda huella en la memoria colectiva de nuestra
sociedad. De una manera importante, la idea de lo civil en la cosa pública
adquirió una dimensión determinante, que ahuyentaría por muchos años todo
atisbo de cuartelazo militar, factor que era y sería recurrente en América
Latina.
Comprobamos también que es una leyenda popular, porque, como muchos
grandes hombres, traspasó las puertas de la historia y de su vida, para
anidarse en el sentimiento popular durante gran parte del siglo XX, y cuyos
efectos aún se dejan sentir para quienes recibieron directamente su legado. En
la memoria colectiva, la imagen de PAC está asimilada en los íntimos quereres
del sentimiento popular, y nuestros padres y nuestros abuelos nos lo hicieron
llegar con el buen recuerdo y el reconocimiento, como un paradigma, como un ser
humano de condiciones especiales, que expresaba cierta imagen paternal, una
intensa pasión, la sensible bonhomía y la evidente sapiencia.
Cuanto más vinculada a los pobres es la radicación de su leyenda, más profundos y arraigados son sus alcances.
El
programa de su Gobierno señalaba:
“Mantenimiento y
defensa del régimen democrático, restaurando las garantías individuales y
respetando todos los derechos.
Correcta generación
de los Poderes Públicos, mediante la libre expresión de la voluntad ciudadana;
supresión de las leyes represivas de carácter político.
Respeto a todo credo político, social y religioso.
Planificación de la
economía nacional, en forma de incrementar la producción minera, industrial y
agrícola;
Legislación sobre
empresas imperialistas; supresión de los monopolios; revisión del pago de la deuda
externa.
Reforma educacional;
continuidad de la educación hasta la Universidad; gratuidad de la
enseñanza en todos sus grados.
La educación primaria, secundaria y técnica debe ser función del Estado, o a lo menos, controlada por él.
Perfeccionamiento de la legislación laboral.
Legislación para los trabajadores agrícolas, parceleros y pequeños propietarios.
Perfeccionamiento de la reglamentación sobre la jornada de trabajo”.
Cuando analizamos aquellas propuestas, en un tiempo en que parece ser necesario cambiar todo, da la sensación de que se trató de un proyecto modesto. No nos engañemos. Aquellas propuestas eran de carácter radical para aquel tiempo, en que no solo se pretendía lo imposible, sino también lo verdaderamente posible.
…..
Queremos agradecer a la profesora Emma Salas por haber puesto este libro
a disposición de la Gran Logia de Chile, para su publicación, y poder
constituir este primer aporte a la memoria del Presidente Aguirre en esta
octogenaria conmemoración que comienza.
Esperamos publicar nuevos aportes a la comprensión de la figura, así
como rendir los homenajes que correspondan ante su estatua, que gracias a la
incansable labor de mi antecesor, Querido Hermano Luis Riveros Cornejo, hoy día
se encuentra emplazada frente al Palacio de La Moneda, en la Plaza de la
Constitución.
Hoy, cuando estamos enfrentando uno de los periodos más críticos de
nuestro país, con sus distintas variables, y cuando está en perspectiva la
elaboración de una nueva Carta Fundamental, un nuevo ordenamiento político
democrático de la República, es bueno que las nuevas generaciones reciban el
legado y el ejemplo de la obra y acción de Pedro Aguirre Cerda, constructor de
un modelo de bienestar que la sociedad chilena pudo seguir profundizando en las
décadas siguientes.
Es bueno recordar hoy, cuando enfrentamos una dura pandemia, la
comprensión de la salubridad pública que el gobierno de Pedro Aguirre Cerda
desarrolló y que permitió iniciar un proceso que hasta hoy sigue teniendo
consecuencias favorables para el país, con un sistema público de salud eficaz.
Con el libro de Emma Salas podremos conocer las comprensiones del
Presidente Aguirre en la gestión política educacional desde el Estado, y que la
historia recuerda bajo el principio rector de Gobernar es Educar. Este libro es
una gran contribución a reconocer en el legado del recordado masón, la vigencia
de una doctrina necesaria.
Pero esta edición también es un homenaje a su autora. Uno más entre
otros que ella ha recibido merecidamente de distintas instituciones de la
República, a los cuales nos unimos con esta publicación con respeto y admiración.